ROCÍO

Esta residencia al sur de la Ciudad de México tiene un estilo atemporal. LAMZO creó este espacio, cuyo estilo permanecerá latente por mucho tiempo, con materiales de lujo en muros y superficies, una exquisita combinación de texturas como la piel y el terciopelo, así como elementos en latón que, en combinación con el arte, las esculturas y la iluminación, logran un ambiente cálido y acogedor cumpliendo, a la vez, con los requisitos solicitados por el cliente.

Una escultura enmarca el acceso a la residencia. Resaltan los muros en tono neutro y piso de madera. 

La sala está integrada por sillones en telas de piel y terciopelo, un par de sillas de hermoso diseño y una mesa con materiales dorados y con espejos diseñada con vitrinas corredizas donde se exhiben objetos de recuerdo y de valor de la familia. Se integra al espacio un espejo antiguo en el cual se aprecia el reflejo del jardín y una escultura de Jorge Marín. 

El comedor es muy espectacular y lujoso y está decorado con paneles de piel en la pared. La mesa es de diseño artesanal, las bases escultóricas están hechas de madera maciza de nogal al alto brillo y la cubierta de madera con un juego de chapa de nogal. Una lámpara colgante complementa el espacio.

La residencia integra espacios sociales con una decoración muy bien balanceada. El bar está en el sótano y se diseñó como un lugar muy acogedor para la familia.  

El family room integra un librero con accesorios muy bien seleccionados, incluyendo libros y obras de arte, se conecta con una bella terraza con una relajante chimenea. 

La residencia cuenta también con una terraza exterior con un diseño contemporáneo, combinando diferentes texturas, maderas y telas.